Escribí la semana pasada la frase «cuida tus palabras y ellas cuidarán de ti», que fue acuñada por el Dr. Luis Castellanos, investigador y autor, quien afirma que longevidad saludable se relaciona con la manifestación de emociones positivas expresadas siempre a través de palabras.
Según el Dr. Castellanos: «El lenguaje que se utiliza tiene una importancia vital respecto a la gestión de nuestras emociones y, por ende, sobre las decisiones que tomamos. El estilo y el modo de hablar forjan nuestra personalidad, componen nuestros relatos, memoria y capacidad de responder al mundo y sus desafíos… Las palabras positivas nos construyen y enseñan a ver el lado favorable de la vida…»
El lenguaje que utilizamos con los seres que amamos, y con quienes trabajamos, repercute directamente en la confianza de la gente, ocasionando que esas personas estén en la capacidad de «llegar más lejos» o de «dar lo mejor de sí mismo».
Ante una respuesta claramente errónea de una persona que trabaja o convive con nosotros, esforzarse por hablar con palabras que no ofendan ni ataquen es un ejercicio del cerebro que refuerza el carácter. Elegir metódicamente erradicar palabras negativas como: «no», «mal» o «incorrecto»; «tengo que», «ni modo»; «miedo»; «mañana», permite ejercer un liderazgo amablemente sereno, que utiliza el método socrático para que la persona misma se dé cuenta de su error, de modo que llegue a la conclusión de que hay otra respuesta más acertada.
Habría que preguntarse frecuentemente cuál es el propósito al emitir palabras: si es una comunicación con la calidez del susurro o, por el contrario, se impone la intimidación de la voz de mando. Si nos dirigimos a otros transmitiendo afectos o alimentando el miedo. Siendo la comunicación oral una acción dirigida a nutrir y satisfacer las relaciones interpersonales, es contradictorio que desparrame cinismo, ironía o agresividad sobre la gente, provocando las peores emociones y los más amargos sentimientos.
Los colaboradores de una empresa y quienes conviven en cada hogar de manera inconsciente intuyen lo que se espera de ellos en sus roles y responsabilidades. Usar palabras amables para liderar personas es ahora reconocido como el mejor detonante para la motivación eficaz, el crecimiento de la confianza y la creatividad, y se relaciona con el lenguaje positivo. Es aconsejable aplicarlo en la familia, en el colegio, la empresa o en las relaciones matrimoniales y de pareja. Quien ejerce de líder ha de ser consciente de este principio para regular las palabras con las que les habla, pues serán responsables de muchas de las emociones que se desaten en el trabajo y en el hogar.
¿Palabras positivas para alcanzar los sueños? El Dr. Castellanos sugiere: Decir «sí» cuando nos proponen algo, ya que ayuda a construir puentes, a ser curiosos a tener poder para encontrar nuevas puertas hacia futuro; más concentrado y ser más inteligente para encontrar recursos. a estar atentos. Si la respuesta inicial es «sí», se demuestra estar dispuestos a emprender nuevas aventuras. Cuando se lucha por controlar las palabras que se quieren decir, se alcanza autonomía, se adquiere una mente fuerte.
Me viene a la mente por la gran celebración de hoy el «sí» abierto y generoso de una mujer, la Virgen María, quien, ante la propuesta de Dios para ser la madre de Dios, fue posible que naciera Jesús, la «Palabra Divina que se hizo Carne» para salvarnos a través de la Cruz y la Resurrección.
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 4 de abril de 2021