Comunicar mejor: Reconocer las actuales actitudes ciudadanas

Se necesita en la palestra pública un liderazgo de confianza que genere un discurso y mano amable.

De acuerdo con un reporte de análisis del consumidor publicado por la matriz de un medio digital de Estados Unidos, existen cuatro sentimientos en el corazón de los norteamericanos a raíz de estar viviendo la pandemia que ayudarían a sus líderes a comunicar mejor y convencer a la ciudadanía a cumplir y respetar las políticas públicas o empresariales, ahora que se intenta reabrir la economía, al tiempo que se controla el contagio del covid-19.

Estas son:

1. Te puede pasar a ti (aunque el 73 % lo considera una amenaza seria, solo el 39 % piensa que lo vaya a tener). Evitar el «exceso de optimismo».

2. Son imprescindibles las fuentes informativas de #confianza.

3. Transparencia sobre los riesgos.

4. Visión de futuro.

Como los seres humanos somos los mismos en todas partes, me atrevo a señalar que estas actitudes también aplican a la gente de nuestra patria, adonde palpo una poderosa sensación de aumento de la desconfianza en la capacidad de redención del ser humano en nuestra sociedad, sobre todo frente a líderes provenientes de diferentes sectores de la sociedad y la política, que han cometido acciones innombrables, sean estas mentiras, corrupciones por conflicto de interes; estafas; o por reclutamientos, amenazas, extorsiones y asesinatos de jóvenes inocentes. Debiéramos aprender a dar segundas oportunidades…

Se necesita en la palestra pública un liderazgo de confianza que genere un discurso y mano amable, en especial con quienes han demostrado valentía dando a conocer una opinión contraria a la del dueño, jefe o funcionario gubernamental.

Efectivamente, vuelvo a reiterar que deberíamos enfrentar juntos el combate de la pandemia ya que la misma está generando muertes, colapso de hospitales, pobreza extrema, violencia y rupturas familiares y desempleo.

Creo firmemente que no hay otra salida mejor que la de promover el perdón hacia mi vecino y mi prójimo para generar confianza, sin olvidar que primero Jesús ha de sanar nuestro corazón… ya que a veces los «buenos hermanos» juzgan con dureza señalando a «los que no tienen remedio ni creen lo mismo que yo».

Si vamos a reducir costos en la empresa por la difícil situación la cuarentena, tratemos de no tocar los puestos de trabajo y cuidemos la salud unos a otros, empleado y empleador, pues solo unidos siendo humanista alcanzaremos la confianza mutua para lograr el éxito y rentabilidad tras el final de esta crisis mundial.

Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 28 de junio de 2020

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