Si lo intentamos podemos aspirar a superar los desafíos que tendremos, ya que será un fin de año difícil.
Después de conversar aquí sobre el regalo que es lograr tener verdaderos amigos, hoy lo haremos sobre la manera de edificar un ambiente adecuado para dialogar constructivamente.
Si lo intentamos, podemos aspirar a superar los desafíos que tendremos, ya que será un fin de año difícil por la desaceleración económica, que según datos de FMI y del World Economic Outlook, “indican que la economía salvadoreña caerá -9.0 % en 2020 y que el déficit fiscal se elevará de -3.1 % del PIB en 2019 a -13.3 % del PIB en 2020 y que se proyecta sea de -8.4 % del PIB en 2021”. (Columna de opinión, Luis Membreño)
Esta aspiración de trabajar unidos no es extraña a los pueblos ya que sabemos que desde siempre la humanidad ha querido encontrar terreno común donde establecer acuerdos básicos sobre la base de principios éticos compartidos. El papa Francisco ha querido contribuir a esto por medio de su encíclica “Fratelli Tutti”, donde nos anima a reflexionar para que “seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras”. Carta Encíclica “Fratelli Tutti” sobre la fraternidad y la amistad social.
Comparto las 10 claves del documento:
1. Entre todos. Soñemos juntos que es posible “una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos… Soñemos con esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos” (Punto 8).
2. Devolver la esperanza. “Vemos cómo impera una indiferencia cómoda, fría y globalizada, hija de una profunda desilusión que se esconde detrás del engaño de una ilusión: creer que podemos ser todopoderosos… El aislamiento y la cerrazón en uno mismo o en los propios intereses jamás son el camino para devolver esperanza… sino que es la cercanía, la cultura del encuentro… (Punto 30).
3. Reconstruir este mundo que nos duele. “La parábola del buen samaritano es un ícono iluminador, capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que necesitamos tomar para reconstruir este mundo que nos duele…” (Punto 67).
4. Redescubrir la fraternidad. “La fraternidad tiene algo positivo que ofrecer a la libertad y a la igualdad” (Punto 103).
5. Todos en la misma barca. Querer cuidar el medio ambiente debería obsesionarnos también “que en cualquier lugar haya personas y pueblos que no desarrollen su potencial y su belleza propia a causa de la pobreza o de otros límites estructurales…” (Punto 137).
6. Hacia una civilización del amor. “A partir del amor social es posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados… El amor social es una fuerza capaz de suscitar vías nuevas para afrontar los problemas… para renovar profundamente desde su interior las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos” (Punto 183).
7. La importancia del diálogo. “Qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades?” (Punto 198).
8. Artesanos de la paz. “Cada uno juega un papel fundamental en un único proyecto creador, para escribir una nueva página de la historia, una página llena de esperanza, llena de paz, llena de reconciliación (Punto 231)”.
9. Podemos perdonar. “El perdón libre y sincero es una grandeza que refleja la inmensidad del perdón divino. (Punto 250).
10. Ir al encuentro. “Pido a Dios que prepare nuestros corazones al encuentro con los hermanos más allá de las diferencias de ideas, lengua, cultura, religión; que unja todo nuestro ser con el aceite de la misericordia que cura las heridas de los errores, de las incomprensiones, de las controversias; la gracia de enviarnos, con humildad y mansedumbre, a los caminos, arriesgados pero fecundos, de la búsqueda de la paz” (Punto 254).
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 1 de noviembre de 2020