Este año 2023, la muñeca Barbie cumplirá 64 años de existencia. En palabras más modernas, se celebrará la extraordinaria trayectoria de la marca personal de la muñeca Barbie. La información señala que su «inventora quería lanzar un producto con el que las niñas pudieran inspirarse y buscaran alcanzar sus sueños. Con ese propósito, fue lanzada durante la Feria del Juguete de Nueva York en marzo de 1959, por Ruth Handler, la cofundadora de Mattel, Inc., quien se inspiró en las muñecas alemanas ‘Bild Lilli’ que se vendían en ese entonces en Europa. Su éxito fue tan rotundo que en ese momento se vendieron 350 mil ejemplares».
¿Cómo ha sido posible construir una marca personal en Barbie por tanto tiempo y después de que llegaron a organizar hace algunos años campañas tóxicas a nivel global acusando a este juguete para niñas de no ser beneficioso para la auto estima de las mujeres?
Me parece que la narrativa de la muñeca Barbie ha sido manejada muy bien en la línea histórica de su existencia, al tratar de enfrentar y aprovechar las crisis para crecer. Si hacemos un paralelo con la construcción de la marca personal y profesional de una persona, podemos aprender de este caso de triunfo de comunicación y marketing a través de la estrategia de la campaña de la película «Barbie», estrenada a nivel global recientemente, que por primera vez es actuada por seres humanos y no en muñecos animados.
Independientemente del aplaudido estreno taquillero de «Barbie», me gustaría compartir algunas claves para construir la propia marca personal considerada panorámicamente, es decir, con una amplia visión humanista y desde la perspectiva del poder del lenguaje no verbal.
a) Establecer el marco conceptual, de tal manera que se vea claramente la teoría antropológica detrás del proceso de construcción de la imagen personal, de tal manera que se pueda descubrir que la existencia propia es valiosa dentro del cosmos y para los demás seres humanos.
b) Después de esto, estar consciente de que se ha de intervenir en cuatro dimensiones:
1) La presencia personal.
2) La imagen profesional.
3) La imagen corporativa.
4) La imagen pública.
Cuidar que las cuatro dimensiones anteriores sean coherentes en todos los ámbitos de desempeño de cada individuo:
1) El amor.
2) El trabajo.
3) La cultura.
4) Las relaciones interpersonales.
c) Fortalecer una actitud del líder de confianza tomando como inspiración los 9 ítems de Leonardo Polo, recopilados por el profesor Juan Fernando Selles para aquellos que aspiran a dirigir mejor a sus equipos:
1. Elegir a las personas como lo primero.
2. Aceptar que, sin equipo, no hay líder.
3. Saber pasar la posta (los sucesores).
4. Reconocer que ser líder es ser maestro.
5. Siete competencias claves para mandar mejor (virtudes, responsabilidad, prudencia, justicia, fortaleza, templanza y veracidad).
6. Rumbo a la meta (objetivos).
7. Aprender a gobernar.
8. Resultados a la vista (el dinero es trabajo en potencia). 9. El objetivo es que ganemos todos (bien común). En este periódico escribir 12 columnas de opinión desarrollando estos elementos y publicado en revistas especializadas.
d) Reinventar la imagen visual. Se trata de cambiar la forma de vestir, experimentando nuevos colores, peinados, accesorios, maquillaje o estilos, aunque sean mínimos.
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 16 de julio de 2023

