Una imagen confiable e inteligente deja huella positiva, parte II

Si se quiere reinventar una marca personal que pueda dejar una huella positiva desde el encuentro inicial se vuelve imperativo ser un líder transparente, lo cual significa que existe coherencia entre lo que se cree, piensa y actúa, sin importar lugar o circunstancia. Todo lo que sea diferente a esto tiene origen de maldad, y conlleva vanidad, orgullo, envidia, irritación, agresividad, flojera y miedo a equivocarse y quedar mal. Las miserias fruto de la mentira y la desconfianza siempre causan dolor y sufrimiento, en especial cuando desemboca en la traición.

Estas son las mujeres y hombres que tienen poder persuasivo: aquellos que son cristalinos en su conducta. Efectivamente, una actitud poco transparente o falsa tiene diferentes máscaras, justificaciones y ambigüedades. Por eso creo que el poder más grande que tiene un líder ya sea de una organización pequeña, mediana o grande, es el tener una cuidada “reputación” o “buen nombre”, porque al final de cuentas se genera confianza al mostrar consistencia en su actuar, dando como resultado la posibilidad de influir positivamente al ser percibido como digno de confianza y credibilidad. Una imagen de líder transparente no se puede fingir, más bien, se genera por tratar de actuar con decencia en todas las facetas de ser dueño/accionista/alto dirigente.

Así mismo, hay que atender al contenido propio de tres elementos de una imagen de confianza inteligente que intervienen en el momento decisivo de conocer a la gente:

a) El estereotipo. Las opiniones preconcebidas aparecen o se elaboran inconscientemente en el cerebro en un lapso de 7 segundos, para crear una idea inicial de forma mecánica.

b) Los juicios. Estos pensamientos que generan sentimientos son asumidos o procesados por la razón para percibir lo que nos pasa y a quien se conoce. La buena noticia es que se puede ejercer control sobre ellos si caemos en la cuenta de que se está juzgando mal o denigrando sin saber toda la información. Lo mismo sucede con prejuicios o ideas concebidas negativamente, utilizando la misma capacidad de razonamiento humano para evitar los prejuicios.

c) Asumir las opiniones de alguien y creer que son verdades. Se le llama también “sesgo de confirmación”, descrito como un mecanismo cognitivo que busca reafirmarse en el juicio o prejuicio. Si las asunciones son enraizadas en el corazón de la gente, puede llegar a dificultar mucho la modificación de una primera impresión desfavorable.

Poner cuidado en estos tres elementos mencionados anteriormente cimenta una marca o branding personal que deje una huella positiva. Recordemos que la marca personal es lo que la gente dice de una persona cuando no está en la habitación o lugar de trabajo. Comienza por que cada individuo sepa quién se es, cómo se le percibe, cuáles son sus talentos, habilidades y valores; y significa tener la confianza para vivir plenamente conforme a su inconmensurable valor esencial como ser humano. Una imagen de confiabilidad inteligente facilita las relaciones interpersonales porque manifiesta el gran valor y dignidad que se es debido a ser cada uno (a) original e irrepetible.

Otro elemento para proyectar una imagen de confianza inteligente es cuidar el prestigio profesional ya que es el fundamento del branding profesional. Esto presupone descubrir en qué se es realmente bueno y perseguirlo con gusto hasta lograr construir luego el verdadero prestigio. Resulta de integrar la singularidad personal con el “superpoder” o campo de acción en que se es grandioso, de tal forma que se desarrolle y crezca, ayudando a los demás en el camino hacia la excelencia, dando la milla extra.

Finalmente, impactar positivamente a través de cada colaborador dejando huella en quienes consumen o usan los productos o servicios de una empresa implica que el branding corporativo (misión, visión y valores) haya sido alineado en cada colaborador de la mejor manera el valor personal, talentos, habilidades, ética o principios de vida y prestigio profesional en el lugar de trabajo. Es llevar al máximo nivel el talento original e irrepetible personal integrándolo en un campo elegido de trabajo, para hacerlo de forma creativa y con compromiso diario en una organización. Conlleva gran satisfacción al realizarlo porque se está convencido de que se contribuye a hacer de este mundo un lugar mejor para todos los más vulnerables, junto al propio equipo de colegas y líderes.

Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 26 de mayo de 2024

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