Es un hecho científico que el cerebro está diseñado para analizar en escasos segundos y valorar (bien o mal) a quien se tiene enfrente la primera vez. Entre las conclusiones que muchos investigadores versados en relaciones humanas han encontrado es que existen patrones comunes en las interacciones en una primera cita. Entre ellos están la doctora en Psicología Amy Cuddy y sus colegas Dra. Susan Fiske y Dr. Peter Glinck, al apuntar que son importantes las primeras impresiones en el inicio de una relación.
En su libro “Presencia”, la Dra. Cuddy afirma que en las citas primeras que tiene la gente se trata de responder a dos preguntas cuando se conocen: ¿Puedo confiar en esta persona? ¿Puedo respetar a esta persona? Los psicólogos se refieren a estas dimensiones como calidez (que da confianza, es amable, es muy humana y cercana) y competencia (que tiene buenas aptitudes para trabajar), respectivamente, e idealmente cada persona quiere ser bien percibida en las dos cosas.
Si hacemos un análisis más amplio se podría advertir que estas dos destrezas, tanto la confianza como la de ser competente, se encuentran descritas en el conjunto de habilidades blandas del perfil de una persona que proyecta una imagen y actitud de liderazgo confiable que he comentado antes.
Están además estas dos entre el listado de cualidades contenidas en las conclusiones que los expertos presentaron en el “Informe sobre el futuro del empleo”, una investigación que se realiza cada año y que se discutió en el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, para 2024, en enero. El documento es una herramienta útil para navegar el futuro del trabajo porque sirve de mapa con los lineamientos para una mejor atracción y retención de aquellos colaboradores que sean más comprometidos y talentosos.
“El pensamiento analítico es considerado una habilidad básica por más empresas que cualquier otra habilidad y constituye, en promedio, el 9 % de las habilidades básicas reportadas por las empresas. El pensamiento creativo, otra habilidad cognitiva, ocupa el segundo lugar, por delante de tres habilidades de autoeficacia: resiliencia, flexibilidad y agilidad; motivación y autoconocimiento; y la curiosidad y el aprendizaje a lo largo de toda la vida, en reconocimiento de la importancia de la capacidad de los trabajadores para adaptarse a los lugares de trabajo perturbados. La confiabilidad y la atención al detalle ocupan el séptimo lugar, detrás de la alfabetización tecnológica. El top 10 de habilidades básicas se completa con dos actitudes relacionadas con el trabajo con los demás: empatía y escucha activa y liderazgo e influencia social, así como el control de calidad”.
“Los empleadores estiman que el 44 % de las habilidades de los trabajadores se verán afectadas en los próximos cinco años… Las habilidades de autoeficacia se sitúan por encima del trabajo con otros, en la tasa de aumento de la importancia de las habilidades reportadas por las empresas. Las actitudes socioemocionales que las empresas consideran que están creciendo en importancia más rápidamente son la curiosidad y el aprendizaje permanente; resiliencia, flexibilidad y agilidad; y la motivación y el autoconocimiento… La mayoría de las empresas dará prioridad en los próximos años a la hora de contratar a las mujeres (79 %); espacio a los jóvenes menores de 25 años (68 %); y a las personas con discapacidad (51 %)…” Informe sobre el futuro del empleo 2023 | Foro Económico Mundial (weforum.org)
¿Cómo se reinventa una imagen personal de confianza para navegar el nuevo entorno global, de tal forma que la gente que se encuentre conmigo capte por mi presencia que soy cálido en el trato y competente en el trabajo? Esta pregunta se refiere a lo que la Dra. Amy Cuddy y sus colegas psicólogos aconsejan que proyectemos (o comuniquemos): seguridad y respetabilidad en las interacciones interpersonales.
Reinventarse comienza con estar dispuestos a “ver dentro de nosotros mismos” para analizar dónde podemos cambiar. Incluye revisar la propia “geografía de la confianza”, que según la autora y consultora Saj-nicole Joni, consiste en tres niveles fundamentales: la confianza personal (¿me veo capaz?), la confianza profesional (¿esperan lo mejor de mí?) y la confianza estructural (¿confío en mi organización, la alta dirección y ellos a mí?). La geografía de la confianza.
Reinventarse exige que luchemos por caminar hacia la mejor versión de nosotros mismos y dar calidad en el trabajo más allá del estándar usual, porque no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época en que los clientes, usuarios o pacientes e invitados esperan que los sorprendan con innovador valor agregado y una experiencia de servicio al cliente inolvidable, que deje huella a todo nivel: sensorial, intelectual y espiritual, fundamentado en la calidez y confianza.
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 15 de marzo de 2024

