La amistad es uno de los principales predictores de buenas relaciones en las parejas, según resultados de investigaciones del Instituto Gottman y lideradas por su fundador, el doctor John Gottman y su esposa, la también doctora Julie Schwartz Gottman. Efectivamente, una de las mayores fuentes de felicidad para cualquier ser humano es contar con buenos amigos, los cuales nos acompañan a lo largo de la vida, en las buenas y en las malas, confiando que siempre estarán a nuestro lado con lealtad. Cabe por eso preguntarse: ¿cómo es mi relación de amistad con mi pareja? La meta es que ambos cónyuges se conviertan en los mejores amigos.
A los amigos les abrimos el corazón y les contamos lo que nos pasa. Buscamos reunirnos para platicar y pasar un rato agradable. Por lo tanto, es una clave de amistad matrimonial el apartar un día a la semana para salir del hogar para conversar y pasar tiempo juntos, para crecer en intimidad, conociéndose más. En una película que protagoniza Mel Gibson, ambientada en la época de la
Segunda Guerra Mundial, su personaje dice una frase extraordinaria, al referirse a la reacción con la que sería su esposa: “Nada es real hasta que no se lo cuento a ella”. Esta frase le encantaba mucho a mi esposo y me la repetía frecuentemente. Las comidas entre amigos son recomendadas para subir los niveles de oxitocina, según la doctora Marian Rojas Estape, experta en relaciones (1).
Las parejas que logran hablar sobre temas conflictivos, creando un ambiente amistoso para hacerlo de forma civilizada, tienen mayores posibilidades de construir una relación más sólida. Entre los consejos está el de cuidar lo que se dice en los 3 primeros minutos en que se comienza a tener una discusión. Se aconseja no empezar con palabras acusadoras, sino exponiendo la situación que causa malestar a través de cómo me hace sentir a mí. Por ejemplo, si la pareja es impuntual, se puede comenzar diciendo que me da pena llegar a los eventos, porque puede herir a quien invitó.
De acuerdo con Aristóteles, la amistad perfecta es permanente y, por eso, rara vez aparece. La amistad para este sabio griego es una relación altruista entre las personas y aparece mostrándose transparente, sincera y menos interesada en lo material. El filósofo explica que un buen amigo busca para el amigo el mayor bien, valorándole por sí mismo. La perfecta amistad mira al otro como un regalo o don que se nos ha sido concedido. Se fundamenta en las virtudes que el otro atesora. El griego clasificó la amistad en tres: los que buscan el interés, los que son amigos mientras brinden placer y los que dan la amistad perfecta. Cuando se trata de la amistad matrimonial, es recomendable buscar brindar la amistad perfecta a la pareja. Tomás de Aquino dice que el amigo es la otra mitad del corazón.
Asimismo, la mejor calidad de compromiso se fortalece entre quienes son buenos amigos. Esto significa que alguien ha decidido estar al lado de una persona siempre, en las buenas y en las malas. Una muestra de lealtad característica de la verdadera amistad es la de no descubrir los defectos de la pareja a otras personas, como si fuera tema de chismorreo.
El filósofo Leonardo Polo (2) escribió que una característica de la amistad es que busca la cooperación. Ciertamente, no existe mayor enemigo de la amistad que la envidia, que puede surgir al tratar por todos los medios de superar y ganarle a los amigos. Es necesario, pues, no buscar entre marido y mujer competir por un mejor salario, vestimenta, etc., porque la relación no va a crecer, sino que peligra en que no se apoyen uno al otro. En cambio, cuando se buscar cooperar con el otro, las soluciones a los retos vienen más fácilmente, porque existen deseos de apoyar al otro. Un ejemplo de cooperación es apoyar a la pareja cuando tiene una temporada de trabajo en exceso con las tareas que le tocan, asumiéndolas con prontitud y sin que nos las pidan, como lavar los trastes, cocinar las comidas, ir al súper o cuidar la escuela virtual de los niños en casa.
Si analizamos cuántos triunfos hemos logrado a lo largo de la vida, la mayoría ha sido porque nos han apoyado y motivado los amigos, en sus distintas etapas. No es diferente en la amistad matrimonial. Cada vez que la pareja nos animó a tomar un reto, y además nos acompaña hasta lograrlo, entonces se vuelve el aire bajo mis alas, porque confiamos en su corazón y se tendrá la confianza de pedir ayuda, sabiendo que siempre contaremos con su ayuda (tema de la película “Beaches” o “Por Siempre Amigas”, interpretada por Bette Milder).
Según investigaciones realizadas por diversos equipos de expertos, la amistad entre esposos lleva a tener mejores relaciones sexuales porque existe mayor intimidad. Se hace necesario innovar para hacer más grande la chispa del romance y la pasión, saliendo de la “zona de confort” y realizando esfuerzos para dar espacio y tiempo para que surja. La amistad humana da mucha felicidad en la tierra. Llevar esta amistad al siguiente nivel consiste en buscar una felicidad sobrenatural, haciendo la amistad matrimonial un camino seguro para llegar al cielo preparado por Dios Padre.
(1) Estape, M., Libro: “Como hacer que te pasen cosas buenas”, donde explica cómo ser una persona vitamina para los seres queridos.
Columna de Opinión, la prensa Gráfica, 7 de diciembre de 2025

