Cuidar 3 elementos de marca personal para ser transparentes

La imagen comunica antes y mejor un mensaje, incluso antes de que alguien diga una sola palabra. En ese crucial primer encuentro personal (o virtual), frecuentemente intervienen tres elementos que marcarán el tono, el impacto y la impresión que dejamos.
a) El estereotipo que elabora inconscientemente el cerebro en un lapso de 7 segundos para crear una idea inicial de forma mecánica.
b) Los juicios, que son asumidos o procesados por la razón para percibir lo que nos pasa y a quién se conoce. La buena noticia es que se puede ejercer control sobre ellos si caemos en la cuenta de que padecemos prejuicios o ideas concebidas negativamente, utilizando la misma capacidad de razonamiento humano para evitarlos.
c) Asumir opiniones como verdades. Se le llama también “sesgo de confirmación”, descrito como un mecanismo cognitivo que busca reafirmar un juicio o prejuicio. Si las asunciones están enraizadas en el corazón de la gente, puede dificultar mucho la modificación de una primera impresión desfavorable.

Generalmente, la imagen original que mostramos es mucho más de lo que se ve y es la que va a perdurar más en la memoria de los demás. ¿Se puede modificar una primera impresión? Todos sabemos historias en que fue posible transformar la percepción de origen y obtener segundas impresiones que desmienten rotundamente la primera, para bien o para mal. Pero no hay que olvidar que la primera opinión que le queda a la gente permanece como una huella casi inevitable, puesto que se aloja en el subconsciente de quienes nos conocieron, y poco se puede hacer para evitarlo.

Por lo tanto, no se debería dar tanto crédito a lo que se percibe a primera vista. Esto es imprescindible recordarlo para elegir estratégicamente estar preparados y decididos a aprovechar toda oportunidad para mostrar o comunicar con la apariencia adecuada la verdad y la mejor versión de nosotros mismos, ya sea en el trabajo, en lo social, en lo virtual (redes sociales) o de manera presencial, frente a frente.

Es importante recordar que lo que la gente percibe de una persona por primera vez va más allá de la apariencia física. En realidad, lo que se percibe es una idea inicial de lo que somos de verdad, que luego se va confirmando a medida que se estrechan relaciones en el marco de la amistad frecuente, o se convierte en decepción cuando no coincide lo que se va conociendo con la percepción inicial.

La marca o branding personal es lo que la gente dice de nosotros cuando no estamos en la habitación o en el lugar de trabajo. Comienza por saber quién se es, cómo nos perciben, cuáles son nuestros talentos, habilidades y valores; y significa tener la confianza para vivir plenamente conforme a nuestro valor esencial, original e irrepetible.

Columna de opinión, La prensa Gráfica, 28 de septiembre de 2025

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