Épocas de descanso: tiempo para enseñar la inteligencia emocional

Las épocas de vacaciones se pueden aprovechar para fortalecer o educar en familia la inteligencia emocional, la cual es la base de la sociabilidad, una de las habilidades que van a asegurar el éxito a los profesionales en el futuro del trabajo, según recomienda el Foro Económico Mundial (FEM, por sus siglas en español; WEF, por sus siglas en inglés).

Efectivamente, las comidas, paseos y diversión juntos son oportunidades para formar las maneras amables para aprender a autocontrolarse en cualquier situación y mejorar las relaciones interpersonales, siguiendo las reglas de etiqueta social como una manera de conseguir habilidades de comunicación.

En el fondo, son actitudes fundamentadas en los valores de convivencia, tales como persuasión, creatividad, colaboración, manejo del tiempo, manejo de equipos, respeto, amabilidad, paciencia, orden, liderazgo en el servicio, flexibilidad, generosidad en platicar con los ancianos, adolescentes y vecinos inoportunos… Es deseable que nuestros familiares sepan ser buenos anfitriones y agradables invitados adonde sea que se encuentren, ya que todos queremos que nos vuelvan a invitar las próximas vacaciones, porque hemos dejado una agradable estela con nuestra marca personal y hemos hecho sentirse apreciados a quienes se cruzaron en nuestro camino.

Me gustaría compartir consejos de etiqueta social que nos permiten ser calificados como personas de buenas maneras, ya sea como invitados o como anfitriones, en las fiestas familiares o en los eventos de la oficina, consideradas como conductas serviciales:

Activar los modos flexibles y ordenados. Significa que se construyen horarios que encajen para todos los que compartirán el evento juntos, que incluyen hora de las comidas, de levantarse y acostarse; repartición de tareas de orden y limpieza; encargos especiales, etc. Implica esforzarse por cumplir con libertad este punto dentro de un orden; ayuda a tener una convivencia agradable, ya que se fundamenta en una cultura de colaboración, complementariedad y corresponsabilidad.

Comportamiento inclusivo. Animar a todos a participar en el plan, de tal forma que haya para todos los gustos, haciendo que nadie se quede fuera y se sienta incluido, para disfrutar juntos: cocinar, elegir pasear en lugares amigables con el medio ambiente, ir en bicicleta, hacer excursiones, visitar parientes en otra ciudad…

Actitud de agradecimiento. Para ser feliz, el gran escritor inglés G. K. Chesterton aconsejaba ser agradecidos cada día, descubriendo pequeñas realidades que nos son gratas y que tomamos como obligaciones o que creemos no merecer. Dar las gracias, pedir perdón o disculpas y preguntar el permiso para usar algo que no es nuestro o decir algo en el momento adecuado son acciones que muestran un talante de alma grande. Agradecer por estar en el mar, un río, una montaña, un parque, una comida hecha por la abuela (tamales), un vaso de agua con hielo que nos refresca…

Ser abiertos. Consiste en no dejarse llevar por los prejuicios inconscientes, ya sea porque hemos etiquetado de intratable a un pariente, un vecino o un invitado con quienes compartimos la vacación, de tal forma que ponemos de entrada una barrera invisible que nos aleja de esta persona. Lo ideal es aprovechar las vacaciones para limar asperezas o reencontrarse con quienes no es difícil convivir.

Elevar el nivel cultural. Visitar a los parientes mayores en su lugar de origen. Asistir a actividades culturales, como museos y conciertos; leer buenos libros; escuchar audios (podcasts) o ver videos que nos enriquezcan.

Descubrir de nuevo el valor de la belleza de las cosas. El sentido estético nos prepara para desarrollar las habilidades sociales y de comunicación que se necesitan para trabajar en un entorno global y multicultural, descubriendo los valores humanos que compartimos con personas de otros países, edades y procedencias.

Cantar. Escuchar música en otro idioma; ver películas en el lenguaje original (con subtítulos para que entendamos la trama), descubriendo valores universales, enriquece nuestra visión humanista.

Los tiempos de descanso, los fines de semana y las vacaciones son momentos para compartir con los seres queridos, dándonos la oportunidad de conversar más a fondo con cada miembro de la familia, la pareja y los amigos, ayudándoles a mejorar, crecer y moderar la propia inteligencia emocional y la de los demás.

Columna de Opinión, La prensa Gráfica, 10 de agosto de 2025

Deja un comentario