Inteligencia Artificial: balance de maternidad, paternidad y trabajo

Nunca como antes hemos tenido la libertad de decidir y elegir, como ahora, qué es lo que queremos de la vida y cómo vamos a vivirla. De todos los momentos de la Historia Universal, jamás el ser humano ha tenido acceso a tanta Tecnología e Inteligencia Artificial (IA) Generativa a su alcance… Por lo que me gustaría proponer algunas claves antropológicas para decidir mejor aquellas herramientas tecnológicas de IA que ayuden a disfrutar al máximo el papel de la maternidad y paternidad, en balance con realizar a plenitud el trabajo que nos gusta. Entre las claves están:


1. ¿Estoy claro al reconocer cuál es mi verdadera dignidad, la de mi familia, hijos(as), así como la de mis colaboradores? [1]
Solamente cuando caemos en la cuenta del grandísimo valor de cada ser humano podemos tener una autovaloración sana y estable. Esta verdad la descubrieron primeramente los sabios griegos (entre ellos Aristóteles), desde antes del Imperio Romano, llegando a la conclusión evidente de comportarse con el consecuente respeto por sí mismos y por los otros, exteriorizándolo principalmente con actos de servicio ya sea en el ámbito familiar, social, laboral y político. Profundizando en quién es la persona humana, según Leonardo Polo, su mayor dignidad está en aceptar y dar. Respecto de cosas, la persona es más dar; respecto de personas, es más aceptar. Ello es así porque una persona es más que las cosas; por eso, su clave respecto de ellas es aportar.


2. ¿Me hago cargo de que, debido a mi alta dignidad, cualquier acción externa o interna tiene repercusión en mí, ya sea para mejorar o empeorar?
Efectivamente: con cada conducta buena, recta y con calidad al llevar a cabo cualquier trabajo, sea en el hogar o en la empresa, se conduce a un crecimiento intrínseco referido a la inteligencia y a la voluntad, es decir, que la mejora o crecimiento va a dar como resultado la formación de buenos hábitos, es decir, virtudes. Así como también una conducta mala, torcida y mediocre afectaría un deterioro intrínseco referido a la inteligencia y la voluntad, generando vicios. Ya lo mencionó antes el gran filósofo Aristóteles, cuando subrayó que la virtud era necesaria para conseguir la felicidad, ya que, según los niveles del tener, si nos centramos en la posesión solo de bienes materiales (excluyendo los espirituales, intelectuales, sociales, culturales), nos condenamos a la posibilidad de infelicidad, debido a que la intensidad de posesión de dichos bienes es débil y, por tanto, podemos perderlos.


3. ¿Cuál es mi definición de éxito y felicidad?
La respuesta a esta pregunta, según el filósofo Leonardo Polo, es crucial, ya que “la claridad en este punto es sumamente importante cuando se trata de orientaciones o de actitudes ante la vida. Aquí se juega uno mucho. Si el horizonte de las posesiones se reduce a las tenencias manuales, el empobrecimiento humano es muy grave. Se ha renunciado, en definitiva, a la felicidad. El que no tiene virtudes no es feliz porque, aunque no le fallen los bienes materiales, si falla él al usar de aquellos, no podrá ser feliz”. [2]


4. ¿Cuál es mi propósito vital? (¿Por qué me levanto cada día con entusiasmo?)
5. ¿En qué soy bueno? ¿Qué amo hacer? En otras palabras, ¿cuál es mi superpoder?
6. ¿Cómo quiero que me recuerden cuando ya no exista? Es decir, ¿qué huella quiero dejar a mi familia, a mis hijos e hijas?

7. De todo lo anterior, ¿cuáles son las 3 prioridades irrenunciables de mi vida?
Una vez contestadas estas preguntas, y habiendo tomado conciencia de que el tiempo es el más valioso, escaso y mayor lujo o riqueza que cada ser humano tiene, estamos preparados para elegir las mejores herramientas de IA para lograr el balance de vida, trabajo, familia, amistad, maternidad y paternidad, para ser felices en el cuidado de las 3 prioridades innegociables.
Se verá claramente la necesidad de encontrar aplicaciones para organizar el tiempo o elegir utilizar una hoja con un listado escrito. Lo importante es usarla para actuar y no posponer. Por ejemplo:Todoist, que permite colocar tareas en la nube; crear, organizar y gestionar tareas; monitorear la productividad; permitiendo compartir tareas y proyectos. Otra idea es el uso de asistentes virtuales; el uso de ChatGPT para menús, salud, peso, indicadores de signos vitales; análisis de resultados de sangre y tratamientos; uso de cámaras inteligentes para monitorear el cuidado de bebés y adultos mayores; traductores de dos vías de idiomas; etc.
Felicidades a todas las madres y a quienes tienen y ejercen corazón maternal con sobrinos, ahijados, parientes, vecinos, colaboradores y alumnos.

[1] Las ideas compartidas en esta columna provienen del documento “Trabajo de antropología: El trabajo personal balance de vida trabajo y familia”, presentado en la catedra de la Dra. Genara Castillo, Universidad de Piura, Perú, por el equipo de maestría formado por Marlen de Jerez, Roger Falconi y Kalena de Velado. El contenido se fundamenta en el artículo Trabajo Personal, relacionado con el libro “Antropología para inconformes”, Capítulo XII, de Juan Fernando Sellés, Madrid, Rialp, 2006, pp. 454-490.

[2] POLO, Leonardo, Filosofía y economía, op. cit., Eunsa, Pamplona, 2012, p.237.

Columna de Oinión, La Prensa Gráfica, 04 de mayo de 2025

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