La reputación de una persona, una empresa o de un país pueden ser destruidas irreparablemente usando las nuevas tecnologías por los riesgos que conlleva el posible mal empleo de sus variadas potencialidades. Como ejemplo de los desafíos éticos del uso inadecuado en Internet de la Inteligencia Artificial, IA, en el campo de la manipulación de imágenes utilizando herramientas de tecnología sofisticada, es el caso que golpeó la imagen de Catherine, princesa de Gales y esposa del futuro rey de Inglaterra, William. Se puede encontrar en internet como un caso emblemático de pérdida de credibilidad de un personaje público que además afectó a la institución de la monarquía inglesa. El hecho surgió a la luz pública y se volvió escándalo cuando pocas horas después de que el palacio de Kensington distribuyó la foto, las agencias de noticias The Associated Press, Reuters y Agence France-Presse, emitieron avisos instando a los medios a retirar la imagen. [i]
La imagen en cuestión, de la cual la princesa señaló que ella misma manejó fraudulentamente, con intenciones aparentemente de mostrarse como mamá feliz con sus tres hijos, tras haberse sometido a lo que anunció como una sencilla cirugía de abdomen, apareció en su cuenta de Instagram el pasado mayo. Tras horas de millones de comentarios negativos en las redes, ella misma salió a dar la cara pidiendo disculpas en el mismo día. Y recientemente, Catherine ha publicado una imagen verdadera con una nota adecuada que se debió haber hecho desde el inicio. Es decir, que se reconoció la conducta inapropiada y se cierra el ciclo de rectificación con esa acción de publicar la foto natural mostrando realmente cómo está ella, acompañándola con palabras de agradecimiento y explicando su estado de salud real en el que está siendo sometida a quimioterapia para combatir el tipo de cáncer que le apareció.
Así como esa situación vivida por una celebridad, actualmente “ya no se trata simplemente de la aparición de contenidos que provocan desinformación en las redes sociales, sino de auténticos ataques a la dignidad de las personas. Como ha ocurrido con el caso de los menores que han difundido en redes sociales falsos desnudos, generados por IA, de varias niñas y jóvenes de un pueblo de España (Almendralejo). El debate sobre los límites que se deben poner a la IA vuelve a estar sobre la mesa…”. [ii]
No es de extrañarse entonces que se empiece a promover actitudes éticas en el uso de la IA, Inteligencia Artificial, mantener el Internet como un espacio para construir confianza, animando al mismo tiempo a animar a los profesionales, empresarios, Estados, academia y la sociedad en su conjunto a cuidarnos unos a otros para que su uso no haga daño a la calidad de vida de las personas a nivel global. Un ejemplo fue la propuesta de unos periodistas participantes en un congreso de comunicación en el cual se hiciera conducta responsable en cada publicación una explicación distintiva explícita para cada noticia producida por una Inteligencia Artificial. De esta manera los profesionales de comunicación se adelantaban a lo que vendría ya que vislumbraban la aparición de los contenidos generados por IA llegarían a ser indistinguibles de los realizados por humanos [iii].
“Con la omnipresencia de la IA en nuestro tejido social los riesgos se hacen aún mayores, especialmente por la posibilidad de establecer inéditas sinergias destructivas cuando la IA se une a una desafortunada finalidad humana (como guerras, elecciones fraudulentas, ataques dirigidos…” [iv]. No solo estamos hablando de manipulación y del problema de la alineación sino que debido a la complejidad de los algoritmos y estrategias de optimización de la IA, sus productos pueden contener sesgos y fines indeseados por sus autores originales del contenido.
Este fin de semana se suma a las alertas del uso ético de la IA el Papa Francisco durante la Cumbre del G7 que se realiza en Italia, dirigiendo estas palabras a los jefes de Estado y Gobierno de los países así como de otros líderes participantes: “Condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza si quitáramos a las personas la capacidad de decidir sobre sí mismas y sobre sus vidas, condenándolos a depender de las elecciones de las máquinas”.
[i] https://www.nytimes.com/es/2024/03/11/espanol/princesa-kate-foto-editada-disculpa.html
[iii] Por qué la inteligencia artificial solo será útil si se usa de manera ética
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 16 de junio de 2024
Imagen y Trabajo 