Agradezco haber conocido a mujeres líderes provenientes de diferentes sectores socioeconómicos y políticos, a quienes admiro y de quienes he aprendido muchísimo.
Parece sensato esperar que un líder confiable muestre agradecimientos a su gente cercana y a su equipo tanto con sus gestos (marca personal) de amabilidad como con sus acciones (devolver favores y cuidar de los demás), independientemente si ejerce su liderazgo en la empresa, en la familia o la comunidad. El que un líder practique acciones amables o dé señales de gratitud no significa que sea una persona ingenua, sino que manifiesta tener una actitud objetiva y un optimismo realista. El agradecimiento va de la mano con ser positivo, siendo ambos rasgos de la personalidad que generan energías para luchar con gozo y alegría confiados en que el mañana será mejor. Un modo de ser lleno de agradecimiento y optimismo es fundamental para «echarle ganas» a lo que se nos ponga enfrente. Permite un realismo que nos hace darnos cuenta de que las cosas nunca están tan terribles como parecen ni tan buenas como creemos.
A veces la vida nos presenta situaciones que parecen insuperables… tales como una pérdida grande de algo o alguien que amamos profundamente… ¿Cómo seguir adelante en medio de un dolor inenarrable? ¿Se puede ser capaz de volver a amar el mundo apasionadamente? Ya antes recordé que el autor del libro «El hombre en busca de sentido«, el Dr. Víctor Frankl, escribió sobre cómo superar un gran sufrimiento a través de encontrarle sentido a este con nuestra propia libertad para elegir la garra con que lo enfrentaremos, ya que el ser humano «es quien siempre decide lo que es. Es ese ser que ha inventado las cámaras de gas (para matar), pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración». Lo que mantuvo en pie al Dr. Frankl en las situaciones duras y denigrantes en el cautiverio junto a crueles soldados durante la Segunda Guerra Mundial fue el objetivo de otra liberación, el motivo a vivir para salvar a los prisioneros de la desesperación. «No resistieron los más sanos… Salieron adelante los que descubrieron una meta, una intencionalidad en su vida. Sólo superaron la ignominia que los abocaban a la muerte o al suicidio los que encontraron la razón por la que seguir viviendo… La pregunta que yo me planteaba era: ¿Tiene todo este sufrimiento, estas muertes en torno mío, algún sentido? Porque si no, la supervivencia no tiene sentido ya que la vida cuyo significado depende de una casualidad, ya se sobreviva o se escape de ella, en último término no merece ser vivida».
Hay personas que habitualmente no encuentran un motivo para sentir gratitud con la vida, y a otras, en cambio, cualquier motivo les alegra el corazón. «A mi modo de ver hemos de predisponernos a dar una sonrisa siempre porque cuerpo y alma están unidos, con lo cual tener esta predisposición en el corazón permitirá que la mente y la inteligencia encuentre pronto motivos suficientes para superar esa excesiva seriedad existencial que en ocasiones se refleja en nuestro rostro…». Miguel-Ángel Martí García.
¿De qué doy gracias? ¡Agradezco la vida, la fe y la vocación de ser cristiana en medio del mundo; el haber sido amada 35 años y tener en mi corazón el amor de mi esposo; por el sufrimiento que me llegó por su muerte ya que me permite vivir cada día como un regalo…; doy gracias por tener una familia o por los amigos (as); por tener a mi madre; por la paciencia de mis hermanos (as) y sobrinos (as); por las 63 Fiestas de Fin de Año viendo el último atardecer de cada año en el mar; por las oportunidades de estudiar y por el Corazón de la Virgen María; por las flores del jardín, la risa de los niños y por mi trabajo de asesora de imagen; gracias por los proyectos de ayuda en que estoy involucrada; agradezco haber recuperado mi salud de nuevo; doy gracias por ser salvadoreña y haber nacido entre hermosas montañas; doy las gracias por tener salud y porque tengo a Dios en el Sagrario y en la Confesión; por la amistad de mis empleados y colegas; agradezco la música k-pop de BTS; agradezco haber conocido a mujeres líderes provenientes de diferentes sectores socioeconómicos y políticos, a quienes admiro y de quienes he aprendido muchísimo; agradezco por los «ángeles» o mentores, hombres y mujeres, sin cuya ayuda no hubiese logrado llevar a cabo mis sueños…! Agradezco por las bendiciones que Dios me ha dado, en especial por las que desconozco o vienen escondidas en forma de dolor… ¿Por cuáles cosas darías hoy las gracias?
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 26 de noviembre de 2023
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