Uno de los obstáculos para el avance profesional y el desarrollo personal consiste en pensar, sentir y actuar como si no se merecieran los frutos del trabajo bien hecho, de tal forma que se proyecte una imagen y talante que no están a la altura de las circunstancias. Si se persiste en esta distorsión de la realidad se llegaría incluso a peligrar la salud mental porque se incapacitaría para descubrir las cosas buenas de la vida y para aceptar halagos, recompensas y felicitaciones con una actitud respetuosa, agradecida y humilde.
A este trastorno de la personalidad se le llama «Síndrome del Impostor» y fue primeramente acuñado por la Dra. Valerie Young. Se considera un problema psicológico que impide disfrutar de los logros propios generando una distorsión de la realidad que no es justa con las virtudes y cualidades que se tienen. Se define como «modestia excesiva» o sentimiento extremo de no aceptar la propia dignidad experimentando una distancia hacia los reconocimientos propios. Las investigaciones señalan que siete de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida y es una condición que no es permanente.
Existen varias señales amarillas que hay que observar antes que se conviertan en alerta roja, según una publicación de Kess Eruteya en la revista «Harvard Business Review«, dando 3 alarmas para reconocer que se está padeciendo el «Síndrome del Impostor»: La primera clave señal «es pensar que los demás creen que tus habilidades son mayores de lo que son realmente. La segunda es el miedo a ser expuesto como un fraude. Y la tercera está en el hecho de que, por alguna extraña razón, pensamos que nuestros logros son muy pequeños o poco importantes».
Aprender a conocerse a sí mismos ayuda a descubrir las sombras y luces propias para combatir el «Síndrome del Impostor» ya que no importa cuántos logros se acumulen, a veces la duda se cierne como una sombra que detona el cuestionamiento de no lograr encajar o el sentir inseguridad sobre las propias habilidades y logros, llegando a temer que en cualquier momento se revele la supuesta incompetencia personal. La buena noticia es que este desafío tiene solución. Por eso, identificar y dar nombre a las emociones nombrándolas en voz alta permite «espantar» el miedo, desconfianza e inseguridad de ser percibido como un fraude o un hipócrita.
En el fondo, el peligro de no combatir el «Síndrome del Impostor» sería proyectar una actitud e imagen poco confiable y segura a los demás por lo que hay que cuidar de construir y fortalecer la confianza en sí mismos y en los demás para lograr transmitir confiabilidad.
Algunas ideas para lograr recuperar la Confianza:
1. Documenta logros. En una agenda o en un diario se pueden escribir los sueños y metas logradas, incluso los más pequeños. Cada paso adelante cuenta y merece reconocimiento.
2. Mantener amigos con actitud positiva (los llamo amigos vitamina porque inyectan alegría y paz). Son aquellas personas que se alegran más que nosotros por las victorias nuestras. Y nos miran con amor descubriendo lo valioso en nosotros.
3. Cambiar el diálogo interno: Convertir la crítica en autocompasión. Hablar consigo mismo como se haría con un amigo que necesita apoyo (Dr. Rodolfo Rodríguez). Podría ayudar a auto conocerse el preguntarse: ¿Me encuentra aplazando oportunidades por miedo al ¿fracaso? ¿Evito destacarme en el trabajo? ¿Tengo amigos sinceros con los que puedo hablar de estas inquietudes?
4. Celebrar los éxitos agradeciéndoles a quien corresponde (nadie logra las metas en solitario). La mejor actitud para ser feliz, según el escritor G. K. Chesterton, es el agradecimiento. En especial, agradecer tener vida cada día… tambien dar gracias por las cosas pequeñas buenas y bellas del momento presente. Esto facilita reconocer que el trabajo personal bien hecho puede trasformar el mundo.
El «Síndrome del Impostor» no define quiénes somos por lo que hay que atreverse a romper el ciclo mental tóxico. Puede ser un desafío, pero también es una oportunidad para crecer y empoderarse. La aventura de reinventarse para crecer hacia la mejor versión de sí mismos y luego proyectarla en la actitud e imagen es una conquista que se hace día a día.
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 29 de octubre de 2023

