El alpinista de estilo libre Alex Honnold fue el primer hombre en escalar los casi 1,000 metros de la montaña de El Capitán, en el Parque Nacional de Yosemite, Estados Unidos, sin usar cuerdas, solo utilizando sus manos y pies. Su logro aparece en un documental nominado al Óscar. Su imagen personal es ahora reconocida globalmente al verlo subiendo y disfrutando con tranquilidad el trayecto.
Entre las palabras que dio en una entrevista a la cadena de TV norteamericana CNN me impresionó que dijo: «El miedo se desintegra cuando disfrutas algo, habiendo planeado bien y estando al tanto de lo que haces».
Este nivel de concentración requiere no solo preparación externa de las cosas materiales de un proyecto de tanto riesgo, sino una profunda excursión al propio espíritu o interior hasta descubrir en qué se es bueno, y, por lo tanto, amar apasionadamente todo lo relacionado con ello, de tal forma que se esté auto motivado para reinventarse constantemente sin perder la esencia o autenticidad individual.
La historia de este escalador me remonta a mi trabajo de acompañar a la gente en su proceso de reinventar su marca personal haciendo el paralelo a como si este fuera un viaje o un ascenso a la propia intimidad o corazón. Como una manera de escalar una montaña que lleva a redescubrirse e innovarse sin perder la originalidad, acercándose a la verdad más radical propia. La escalada al fondo más recóndito e íntimo lleva al deseo libre de conocerse mejor, valorarse y amarse personalmente. Después se puede lograr proyectar una imagen personal que podría manifestar con mayor transparencia ante los demás cuál es nuestro talento (como la pasión de Alex Honnold por subir montañas sin cuerdas). Pero al mismo tiempo, el esfuerzo podría llevar a apreciar el valor de sí mismos en la misma manera con que Dios, Creador y Padre Amoroso les conoce… para luego poder asumir verdaderamente quién se es y encontrar la misión única en el mundo, desde la condición radical de hijo/hija, para luego llevarla a cabo, construyendo amistades verdaderas con quienes se interrelaciona (familia o trabajo).
La marca personal vista como un ascenso y en forma panorámica se refiere a verlo desde la antropología trascendental, la cual plantea que las manifestaciones y el cuerpo humano son un símbolo o medio de comunicación no verbal que remite a lo más profundo del interior personal, posibilitando conectar con el de los demás, es decir, comunicarse de intimidad a intimidad, de corazón a corazón.*
Fuentes:
* Prof. García, Juan, sobre ideas del filósofo Leonardo Polo Sesión síncrona. Una visión panorámica del abandono del límite mental. Páginas 2 y 3.
Columna de Opinión, La Prensa Gráfica, 25 de junio de 2023

